El pasado sábado di una charla a los niños y a los padres junto con los compañeros de Astromallorca de mitología de las constelaciones. Hay muchas historias muy bonitas y valientes de éstas, pero creo, que las más acertada para ellos, los niños, es la historia de amor con final feliz de Andromeda y Perseo. Tanto a los niños como a lo ya no tan niños nos encantan los finales felices.
La charla fue realizada en Binifaldó, lugar emblemático y precioso refugio de la Sierra de la tramontana, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Se dan estas charlas al grupo hospedado en le refugio para fomentar Binifaldó y por otra parte, darnos a conocer como grupo de aficionados a la Astronomía en Mallorca, o Astromallorca.
También tengo previsto con la historia mitológica de estas constelaciones que dibujen en una cartulina tanto a Andrómeda como a Perseo, los protagonistas de la historia, y las conviertan, cada uno de ellos, con la imaginación de los niños en preciosas constelaciones con estrellas.
Después de la charla conectamos el planetario en otra sala y les enseñamos las constelaciones del cuento mitológico así como otras observables durante los meses de Otoño, me llamó la atención lo alterado que estaban los niños para localizar su signo zodiacal y la preciosa reina de Etiopía, …
Todo empieza más o menos así, …
Dejadme que os cuente una historia,
En la mitología griega Cassiopea era una hermosa y muy guapa reina y esposa de Cefeo, rey de Etiopía, de un país muy, muy lejano. Estaba tan orgullosa de su belleza que se atrevió a rivalizar con las Nereidas o diosas marinas; os podéis imaginar la imagen de ella frente a un espejo diciéndose a si misma que era la más guapa de todas; por supuesto a su esposo y Rey de Etiopía, Cefeo no le gustaba nada que su mujer, la reina, presumiera tanto de su belleza.
Las diosas marinas no les gustó nada que una reina tuviera la valentía de rivalizar con su belleza y en venganza, porque eran diosas marinas pidieron al dios de los mares, Poseidón que enviase un monstruo marino llamado Cetus para destrozar las costas del país y llevarse a sus habitantes que vivían próximos a ella.
Durante un largo periodo de tiempo, el monstruo marino enviado por Poseidón a su paso por el país de Cefeo, llamado Etiopía destrozaba y secuestraba a los niños que vivían cerca de la costa; y así durante varias veces, esto era inaguantable y la población se empezó a quejar por culpa de la belleza que presumía la reina Casiopea de Etiopia.
El rey, Cefeo, estaba muy preocupado por la belleza de su esposa tenía problemas serios en su reino y no sabía que hacer, así pues, consultó con el oráculo de Amón quién le aconsejó que la única forma de calmar la ira de los dioses y librar a su pueblo de tanto dolor y sufrimiento era sacrificar a su preciosa hija Andrómeda.
El sufrimiento del rey era profundo ya que nunca se hubiera imaginado que tuviera que sacrificar a su preciosa hija para la salvación de su pueblo. La condiciones del oráculo era que tenía que atar a Andrómeda en las rocas del acantilado de la costa para saciar el apetito del monstruo marino Cetus enviado por Poseidón.
Así se realizó todo y Andrómeda es ofrecida a Cetus; mientras tanto, Perseo, un apuesto joven y guapo regresaba por mar de su expedición contra la Gorgona. Divisó a Andromeda en alta mar y enseguida se enamoró de ella. Fue un amor a primera vista por ambas partes.
Perseo no se podía imaginar que a la mujer que amaba estaba atada en un acantilado esperando que el monstruo Cetus la devorase.
Fue directamente a palacio para ver al rey, Cefeo y pedirle, más bien rogarle que desatara a Andromeda y poder de esta forma casarse con ella. Cefeo le comentó que no podía hacerlo ya que el oráculo le pidió que con el sacrificio de Andrómeda el monstruo marino Cetus dejaría de atacar a su pueblo.
Perseo, por tanto, habló con el rey y se ofreció a matar al monstruo marino Cetus para de esta forma poder pedir la mano de su hija, la maravillosa y preciosa Andromeda.
El rey de Etiopía, Cefeo, no se creía que un simple humano pudiera con su amor y valentía derrotar al monstruo marino.
Zarpó del puerto de Etiopía rumbo a los mares lejanos y peligrosos del océano en busca y captura de Cetus, el enorme monstruo marino que Poseidón rey de los mares, había dejado suelto para castigar al pueblo del rey de Etiopía, Cefeo.
La población seguía muy asustada pero pasado unas semanas regresó Perseo al puerto con la cabeza del monstruo marino Cetus. La población se puso muy contenta y celebraron que gracias a la valentía de aquel hombre, Perseo; el pueblo de Etiopía viviría en paz.
Perseo llegó corriendo a palacio con la cabeza del monstruo marino Cetus, y al verle el rey Cefeo éste se emocionó y aceptó, sin ningún problema, la mano de su hija.
Varios días después, la preciosa Andrómeda se casó con el guapo y estilizado Perseo y colorín colorado este maravilloso cuento se ha acabado.
Todos estos personajes que os he contado los podéis ver esta noche en el firmamento, forman parte de las constelaciones otoñales y están todas más o menos juntas, Andromeda, Casiopea, Cefeo y Perseus, a excepción, claro está del monstruo marino, Cetus.
Si observamos el polo norte celeste, podemos ver a la estrella polar o Polaris que está en la Osa Menor y a su alrededor y siempre, próxima a ella a su madre la Osa Mayor.
Dejadme que os cuenta otra historia,
Según la mitología griega, la osa mayor es representada por Calixto lo cual es una maravillosa ninfa de Artemisa, al igual que su dios, debería de permanecer virgen, sin embargo Zeus, el dios de los dioses se encabrichó de ella y la sedujo dejándola embarazada. Al enterarse Artemisa como castigo transformó en osa a Calixto para darle caza.
Años más tarde, el cazador Arkas se encontró con un oso en el bosque, éste se disponía a cazarlo pero Zeus apareció junto al cazador y le suplicó que no lo cazara ya que le comentó que el oso era su madre y le contó la historia de los sucedido.
Entonces Zeus decidió que para que Calixto no estuviera más en peligro, le puso en el cielo junto a su hijo Arkas (que representa la osa menor) para que se hicieran compañía y la madre o la osa mayor estuviera siempre dando vueltas alrededor de su maravilloso hijo Arkas.
Actualmente, en el cielo, podemos ver la Osa Menor fija en el polo norte celeste y a su madre, la Osa Mayor junto a ella dando vueltas a su alrededor durante día y noche, semana a semana, mes a mes y año a año.
Después de la charla les pedimos a los niños que se imaginaran diferentes constelaciones y esos fueron algunos de sus resultados.
Resultó muy interesante observar como la imaginación de los niños a veces no tienen fronteras. En la foto de abajo podéis ver a mi compañero de Astromallorca Tomeu con su hija, Nuria que había creado nuevas y bonitas constelaciones.