Parece ser que las últimas imágenes que nos remite la sonda Dawn de la NASA sobre la superficie de Ceres indican que se trata de una alta concentración de sal en algunas partes del planeta enano.
Según los investigadores no se trata de hielo de agua a pesar de que se pensó en un principio cuando llegaron las primeras imágenes de la superficie de Ceres; ni tampoco de alienígenas dejándonos rastros o señales a nuestro planeta. Parece ser que es simplemente montañas y montañas de sal.
Durante la reunión del Congreso Europeo de Ciencia Planetaria celebrado el 28 de septiembre el investigador principal de la misión Dawn Dr. Chris Russell declaró que «creemos que es un gran depósito de sal, sobre una superficie activa «.
Es decir cuando decimos superficie activa queremos decir que existe algún proceso geológico en Ceres que genera esos depósitos de sal brillantes.
Por tanto, se llegó a la conclusión que la sal que observamos en Ceres no procede de ningún cometa o asteroide, según el mismo Russell.
Estas conclusiones se alcanzaron después de realizar diferentes mediciones de reflectividad de los puntos brillantes o albedo. Si fuera hielo de agua sería considerablemente más reflexivo y por tanto, con un albedo más elevado.
Lo que aún no podemos decir fácilmente es que tipo de sal es, ya que nos queda investigar el diagnóstico del espectro.